Soñaba con tener un scanner (en aquella época no se había inventado aún), que fuera como un lápiz que al introducirlo en la cavidad bucal registrara todos los parámetros para evitar las temidas impresiones con silicona o alginato.
Soñaba también con tener unos brackets que facilitaran el proceso ortodontico.
Soñaba con alineadores invisibles capaces de dejar bien terminada una boca. Soñaba con radiografía en tres dimensiones.
Soñaba con una clínica sin papeles, en la cual con un solo click pudiésemos tener el historial del paciente con fotos, diagnóstico, intervenciones, etc.
Todos esos sueños que me parecían quimeras, son hoy realidad en nuestras clínicas.
Hoy sigo soñando con nuevas técnicas y nuevos horizontes, para lo cual seguimos trabajando en el grupo Ortodoncis, ya que hemos sido vanguardistas en la ortodoncia.